El Pavo Casero

Hace ya algunos años se inició en mi casa la tradición de que sea Yo la que cocine en estas fiestas, en realidad no recuerdo cómo y ni cuàndo, tal vez fue alguna vez en la que se me ocurrió ayudar a preparar el chocolate o a macerar el pavo. El asunto es que causò sensación y la única temporada del año en la que me veràn exclavisada en la cocina es esta.

Un par de dìas atràs, tampoco me pregunten cómo y por què, recibì el siguiente mail que decìa:

"Hijita, te tomamos la palabra y esperamos tu famoso lechoncito glaseado a la naranja Esta Navidad".

Un momento: Yo dije que iba a preparar Lechòn glaseado a la Naranja??!! o estoy como Guy Pearce en "Memento" o es una confabulación universal.

Què quiere decir?, que un año mas deberè pelearme con medio mundo en la cola para el recojo del pavo-lechòn en las PaviFerias de San Fernando, llegar a casa cansada, limpiar el horno, congelar el pavo-lechòn, descongelar el pavo-lechòn, correr a comprar la mermelada de naranja, mostaza, chuño, naranjas, volver a casa, macerar el pavo-lechòn, dormir pocas horas, despertarme temprano, iniciar la horneada (no, no esa horneada), preparar el glacè y mejor no sigo o colapsaré.

Lo que si, ya les avisé que no piensen que llegarè con un lechòn entero con una manzana en la boca, llevarè una Pierna de Cerdo, que servirà de acompañamiento al Pavo que ELLOS prepararàn y que se den por bien servidos.

Y para Año Nuevo ya encontré la brillante receta el Pavo Casero, que es un clàsico que causa conmoción entre las familias modernas y descomplicadas, no requiere ningùn esfuerzo ni cualidadesde Gastón Acurio y lo mejor es que sale riquìsimo:

LA INCREIBLE RECETA DEL PAVO CASERO

INGREDIENTES:

1 Pavo de 8Kg.

Sal y Pimienta

2 cucharadas de orégano seco

2 1/2 tazas de ketchup

1 taza de caldo

2 cucharadas de vino

2 cucharadas de azúcar rubia

PREPARACIÓN:
Mezclar el ketchup con la sal, caldo, pimiento, orégano, vino y azucar.

Macerar el pavo con la mezcla de un dìa para otro y hornearlo a 350 F (20 minutos por kilo.

No es sencillo?.

La verdad, no se por què me quejo, al final siempre disfruto que me digan que rico saliò todo!. Y para terminar: Feliz Navidad!!.

Un aplauso a la que se fue de viaje sola

Vi la publicidad en un paradero "Un aplauso a la que se fue de viaje sola", en el aviso se veía a una chica con rostro astuto y abultada mochila... Me eché a recordar mientras caminaba, la cantidad de veces en las que a la volada he llenado una maleta con todas las posibles cosas que pueda necesitar durante el viaje e invariablemente he sonreído al recordar que los hombres siempre dicen que las mujeres viajamos con temibles cargamentos de baules solo para un fin de semana, en donde llevamos el trajes ideales para las cuatro estaciones, docenas de cosméticos, bálsamos de toda textura, guías turísticas, mapas y cualquier cosa que nos fuera a hacer falta para quedar bien en cualquier circunstancia.


Y no es que opte por viajar sola por el mero placer de hacer la extrema cola para el registro en el aeropuerto, solo con el afán sociológico de meditar sobre en què piensa la gente mientras hace cola. Tampoco es porque me guste el incómodo asiento de clase turista y mirar con envidia a los que se dan el lujo de viajar en primera clase (quien sabe, a lo mejor cuando termine de juntar las millas del pasajero frecuente). Para luego soportar que cada vez que intento dormir algún despistado me toque el hombro para decirme que las nubes parecen algodones.

No, no disfruto viajar sola, ni aunque tenga un gran libro a mano o proyecten una buena película en el avión, aunque el trayecto sea corto y el viaje suene prometedor.

Hace un mes estuve nuevamente de viaje y si, nuevamente sola, no me quedò otra que tomarme una foto frente al espejo a las 5 de la mañana y rodeada de maletas, mientras esperaba que llegara el Shuttle a recogerme. Y en medio de mi soledad gastè la memoria de la cámara tomando fotos a los viajeros peleando con sus maletas en el aeropuerto de Atlanta.

Estoy escribiendo esto a una hora de salir para el aeropuerto, acabo de imprimir mi tarjeta de embarque por internet, mientras bendigo la modernidad que me ayudará a agilizar los tràmites. Pero esta vez hay algo distinto, por primera vez en mucho tiempo Viajo Acompañada, así que sospecho que podré vengarme tocando el hombro de mi compañero cuando quiera dormir para decirle que las nubes parecen algodones. Y si eso no funciona siempre puedo recurrir a Sallinger y su "Guardián entre el Centeno" que seguro esta vez disfrutaré.